Image credit: © Jake Mintz
Traducido por José M. Hernández Lagunes
Existe una liga donde se juega entre un juego de veteranos y una exhibición de prospectos. Es mitad sueño febril y mitad sueño lúcido.
Puedes ver al hombre con los Poderes de las Torres de Luz, el ex All-Star Miguel Sanó, enfrentándose a un lanzador de Doble-A, con rodillas de jirafa. Puedes ver al héroe inesperado, el exjugador de medio tiempo en Grandes Ligas, Cristhian Adames, forjarse una inesperada temporada como candidato al MVP. El vetusto Emilio Bonifacio está robando bases a los 40 años, cinco temporadas después de su última aparición al plato en la MLB. Y está el prospecto estrella de los Marlins, Deyvison De Los Santos, enfrentándose al ex campeón de efectividad de la Gran Carpa, Aaron Sánchez, buscando su primera corona de efectividad en una liga extranjera. Ambos luchan por tiempo de juego en las Grandes Ligas, desde extremos opuestos de sus carreras.
Los estadios van desde llenos hasta casi vacíos, pero la afición es completamente fanática. Las camisetas tienen anuncios; los uniformes de los umpires también; las paredes están llenas de anuncios; las transmisiones introducen un anuncio en cada respiro. Es maximalista; es una mezcla cacofónica de caras conocidas y cuadrangulares dramáticos, defensas descontroladas y anuncios de El Presidente, aficionados gritando y trotes absurdos en cada vuelcacercas.
Es una maravilla.
Y, lamentablemente, para los jugadores que esperan usar la temporada invernal como trampolín hacia un puesto en la MLB, no significa casi nada.
Durante mucho tiempo he disfrutado viendo la posiblemente mejor Liga Invernal, La Liga de Dominicana (LIDOM). Incluso antes de que MLB.tv comenzara a transmitir los juegos de la LIDOM, valientemente (¿tontamente?) di la información de mi tarjeta de crédito a servicios de transmisión de LIDOM poco fiables para tener la oportunidad de ver a prospectos y héroes de antaño competir en el béisbol en la isla este de La Española. Pero, por desgracia para los fanáticos de los datos como yo, la liga también es un excelente ejemplo de sesgo de selección y muestras pequeñas. Los niveles de talento de la liga abarcan desde jugadores actuales de la MLB hasta prospectos de alto nivel, e incluso jugadores que no merecerían un puesto en la plantilla de Grandes Ligas.
Trabajando en la gerencia de la MLB, la adicción a ver béisbol a diario no desaparece con el cambio sombrío del calendario de octubre al mes siguiente. No, la necesidad sigue siendo intensa, y por suerte para nosotros, suele haber varias docenas de prospectos o fichajes recientes de ligas menores jugando en las Ligas Invernales. Y aunque la Liga otoñal de Arizona es una gran opción para los cazatalentos, durante mucho tiempo, LIDOM fue la única opción disponible (o sea, en línea).
Así que vi jugar en LIDOM a nuestros jóvenes, a nuestros agentes libres, a nuestros prospectos traspasados y a mis héroes de temporadas pasadas. Fue divertido verlo, sí, pero también esperaba nueva información, señales de que alguno de nuestros prospectos demostrara que podía arrasar con los jugadores de Grandes Ligas. Finalmente, uno de esos jugadores, el joven prospecto de los jardines Jerar Encarnación, hizo precisamente eso. Comenzó a competir por el título al Jugador Más Valioso de la LIDOM. En 2022, conectó cinco dobletes y tres cuadrangulares en tan solo 23 partidos. Su OPS de .951 en una liga típicamente escasa de carreras (normalmente con un OPS de alrededor de .650), combinado con los datos de bolas bateadas que recibíamos, nos hizo pensar que este toletero de ligas menores estaba dando un giro. Estaba listo para la oportunidad de un trabajo estable en la MLB.
“Haz un estudio”, me dijo mi jefe, “para comprobar qué tan predictivas son las estadísticas dominicanas”.
Aunque la investigación original descansa cómodamente en una computadora portátil que sin duda ha sido arrojada al océano o lo que sea que el departamento de informática de los Marlins haga con portátiles algo antiguas, un vistazo rápido a los datos actuales puede decirnos más o menos lo mismo que encontré entonces. Simplemente no hay mucha información en la cacofonía del sonido de la LIDOM:

De izquierda a derecha, esta es la relación de OPS, K% y BB% entre LIDOM y MLB. Los bateadores con al menos 50 apariciones al plato tanto en LIDOM como en la siguiente temporada de MLB no vieron nada, pero sus tasas de ponches tienen una correlación significativa. ¡Pero ojo! La tasa de ponches es importante. Las tasas de contacto y %K a menudo pueden ser indicadores clave para determinar si un jugador está en una situación difícil o no.
Pero la pregunta es: ¿Aporta esto alguna información nueva? Lamentablemente, no.
Al analizar todas las apariciones al plato de la temporada anterior, independientemente del nivel, y compararlas con los datos de MLB de la temporada siguiente, encontramos que hay información más que suficiente para ayudarnos a predecir el rendimiento de la MLB sin la ayuda de las estadísticas de la LIDOM:

Pero no estamos comparando exactamente naranjas con naranjas. Muchos de esos jugadores tienen más de 600 apariciones al plato en la temporada anterior. ¿Qué tal si filtramos esto a los jugadores que solo tuvieron 150 apariciones o menos en su año de plataforma? Dado que ese es aproximadamente el máximo que se puede conseguir en cualquier temporada de la LIDOM, sería una comparación más justa.
Los resultados son casi los mismos:

El béisbol afiliado es simplemente más representativo que el Viejo Oeste (¿o el Caribe Caótico?) que es la LIDOM. Lo que empeora los datos de la LIDOM es que también están correlacionados (aún más cercanamente) con el rendimiento de todos los niveles de la temporada anterior que con el rendimiento futuro de la MLB. En otras palabras, es más probable que las estadísticas de la LIDOM nos digan lo que ya sabemos sobre los jugadores, si es que nos dicen algo.
En términos de proyecciones, agregar las estadísticas de la LIDOM probablemente no tenga un impacto significativo en el PECOTA de nadie, si es que vale la pena agregarlas.
También vemos datos similares, imprecisos, pero inútiles, del lado del pitcheo (FIP, %K, %BB):

Sin duda, existen correlaciones. Pero, en última instancia, la mejor información sigue proveniendo de su temporada anterior en la liga afiliada.
Dicho esto: algo que mi investigación sí reveló fue que algunos datos de lanzadores son más útiles que otros. Los lanzadores pueden ajustar significativamente su repertorio durante la temporada baja o aumentar la velocidad, lo que podría y debería alterar nuestras expectativas para esos jugadores. Por tanto, estos tienden a ser una minoría muy pequeña. Y analizar sus métricas de resultados en la LIDOM, impulsadas por ponches contra, por ejemplo, Robinson Canó, de 42 años, no debería considerarse una muestra representativa del rendimiento de los rivales.
Quizás algún día el mundo de la LIDOM cambie. La cantera de talento se concentrará en jugadores más cercanos a la MLB. Esto despojará del carácter y el encanto de una liga que emplea a sus jugadores de por vida, para temporadas mucho más allá de su mejor rendimiento. Quizás algún día, también se convierta en un hervidero de eficiencia sin alegría, y estas cifras significarán algo. Hasta entonces, disfruten viendo a César Valdez, de 40 años, alcanzar esa increíble cifra de 3000 entradas lanzadas en el béisbol profesional. Maravíllense con las increíblemente dominantes Águilas Cibaeñas, el equipo de nuestro viejo amigo Jerar Encarnación. Obsérvenlas perseguir la historia de la LIDOM con un porcentaje de victorias superior a .700, buscando su vigésimo tercer campeonato (solo uno detrás de los 24 títulos de los Tigres del Licey). ¿Podrán Eloy Jiménez y los Toros superar con fuerza la dominante ofensiva de las Águilas?
¡Todo es posible en La Liga de Dominicana!
Thank you for reading
This is a free article. If you enjoyed it, consider subscribing to Baseball Prospectus. Subscriptions support ongoing public baseball research and analysis in an increasingly proprietary environment.
Subscribe now




















