Traducido por Marco Gámez
El 17 de julio de 2018, la MLB celebró el Juego de Estrellas en el Nationals Park, y aunque la noticia de la noche fue la avalancha de cuadrangulares, (un récord de 10), típica de la Era de la Pelota Adulterada, hubo otra que se centró en el parador en corto de la escuadra subiendo la interestatal 95. Manny Machado había sido el centro de los rumores de cambios cuando los Orioles tocaron fondo, pasando de ser una decepción en 2017 a un desastre total de 115 derrotas que le costaría sus trabajos al gerente general Dan Duquette y al manager Buck Showalter. Los O’s no habían logrado extender el contrato de su fenómeno de 26 años, por lo que estaba en el mercado. En el Clásico de Verano, el secreto peor guardado del béisbol era que seguramente sería el último juego de Machado con el uniforme de Baltimore.
Efectivamente, esa noche se conoció la noticia de que Machado se iría a los Dodgers. (Machado y Matt Kemp incluso se habían estado tomando selfies juntos en el campo durante el juego). La transacción se concretó el día después del Juego de Estrellas, con los O’s consiguiendo un quinteto de prospectos que… bueno, probablemente no hicieron que los directivos se sintieran mal por despedir a Duquette en octubre. Fue un verdadero acuerdo bazuca para iniciar las últimas dos semanas antes de la fecha límite de cambios, y el drama del Juego de Estrellas solo aumentó la diversión.
Entonces, en comparación, ¿qué nos puede ofrecer 2025 para el primer intercambio en la MLB después del receso del Juego de Estrellas?
Los Piratas de Pittsburgh intercambiaron al 2B Adam Frazier a los Reales de Kansas City por el SS Cam Devanney.
Fascinante.
Honestamente, este es al menos un primer intercambio divertido, por lo que supera a los Dodgers de 2023 que adquirieron a Tyson Miller de Milwaukee por dinero en efectivo (sí, la barra está a milímetros del piso). Los Reales acaban de realizar el Experimento de Adam Frazier el año pasado, ¡y no les fue particularmente bien! En 103 juegos, bateó .202/.282/.294 con sólo 15 extrabases, lo que le valió un comentario en nuestro Anuario más reciente que llamó a su bate “uno de los fideos más mojados que existen” y terminó con la frase “Así es como termina una carrera: no con un estallido, sino con una mueca de dolor y un suspiro de decepción”.
Eso es lo más duro que pueden llegar a ser los comentarios de BP en la actualidad y, lamentablemente, fue bastante merecido. Pero 2024 no fue el final de la carrera de Frazier, ya que su equipo original, que anda a la deriva, le dio a su ex jugador del Todos Estrellas alrededor de un millón y medio para pasar el rato en la Ciudad del Acero. A sus 33 años, al menos está bateando mejor que en su pésimo 2024, pero su desempeño de .255/.318/.336 sigue siendo bastante gris. DRC+ cree que, de todos modos, se trata básicamente del mismo bateador zurdo decepcionante, ya que clasifica a Frazier casi exactamente igual en todas las campañas desde 2022 en adelante (84, 83, 81, 82).
Lo más probable es que los Reales piensen que Frazier es un poco mejor que eso, pero la razón por la que sigue jugando es que parece ser un buen tipo para tener en el clubhouse. El Gerente General J.J. Picollo se lo dijo al periódico Kansas City Star: “Creo que extrañamos tener su voz… Era una especie de voz de la razón, incluso cuando no se desempeñaba como quería. Aun así, pudo ayudar a nuestro equipo”.
Eso está muy bien, y estoy sinceramente feliz de que sea un tipo agradable. Dios sabe que necesitamos más de eso en el mundo. Sin embargo, es un poco extraño que los Reales agreguen veteranos en este momento, ya que están 12 juegos detrás de los Tigres en la División Central de la Liga Americana y tienen cinco equipos que superar si quieren conseguir una plaza como comodín. Sólo los Orioles, los Atléticos y los Medias Blancas están más lejos que Kansas City, que está a 4.5 juegos (más o menos igual que Cleveland).
Tal vez simplemente quieran volver a tener las vibraciones de Frazier, y si por casualidad vuelven a ser contendores en este proceso, entonces se crecerán. El prospecto al que renunciaron, Devanney, estaba teniendo un buen año para el equipo de Omaha en Triple-A con .272/.366/.565 con 18 jonrones y 106 DRC+. Como ya tiene 28 años, probablemente no hará que KC se arrepienta. Sin embargo, la palabra “probablemente” es el quid de la cuestión aquí, ya que hay un escenario cercano a la realidad en el que Frazier está acabado y Devanney es un jugador útil de las Grandes Ligas durante un par de años más. La mejor recompensa para KC es que Frazier le devuelva energía al equipo al conectar algunos batazos importantes contra los lanzadores derechos, que se describan mejor como “un buen batazo”.
Repito, es un intercambio divertido, aunque solo se logra si piensas demasiado en Adam Frazier. El aspecto desafortunado es que, a menos que la liga cambie el draft de mediados de julio, es muy poco probable que volvamos a tener un momento como el intercambio de Machado a mitad del receso del Juego de Estrellas. En general, fue un caso atípico de todos modos porque los equipos generalmente se tomaban un momento después del Clásico de Verano para respirar, y todo se alineaba para motivar a los Orioles a efectuar la transacción en ese momento. ¿Ahora? Olvídalo. Algo como este Frazier es lo mejor que obtendrá, y es un verdadero banquete en comparación con las transacciones en efectivo o los reclamados desde la lista de disponibles.
Hace siete años, el draft todavía era en junio; si hubiera sido en julio, es difícil imaginar que las directivas de los Orioles y los Dodgers tuvieran el ancho de banda para llegar a un acuerdo tan complicado para una superestrella. ¿Habrá tenido Baltimore tiempo para explorar minuciosamente los sistemas de ligas menores de cada equipo que mostró interés en Machado y analizar diversas hipótesis mientras intentaba determinar sus amplias selecciones del draft del segundo día de ese vasto grupo? Incluso reconociendo que los equipos emplean a personas que se concentran casi exclusivamente en el draft, parece poco probable, especialmente dada la importancia de Machado en esa fecha límite de cambios en particular.
El proceso de selección debería ser cambiado de fecha por una multitud de razones. Esta es sólo una. ¡Deje que los empleados del equipo se ocupen de una reestructuración organizativa a la vez! Dormir es bueno y valioso.
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